VILLACAÑAS INTENTA SOBREVIVIR A LA RESACA INMOBILIARIA
Si el Gobierno no crea empleo, hazlo tú mismo
Hay un pueblo que concentra en unas pocas calles todas las miserias y errores cometidos en España en los últimos años. Su nombre: Villacañas, en Toledo. Sin embargo, sus vecinos han encontrado una solución para superar el desempleo masivo, gener ellos mismos el trabajo.

Antes de la crisis, sus 10.000 habitantes fabricaban el 70% de las puertas para los nuevos pisos de toda España. El negocio iba bien y el pueblo tenía pleno empleo. Pero estalló la burbuja, se dejaron de hacer pisos y hoy las fábricas han cerrado.
Con un 30% de paro y sin industria alternativa, en Villacañas han buscado una solución desesperada para encontrar trabajo: crearlo ellos mismos haciéndose emprendedores. Es el caso de Juan.
Como casi todos en Villacañas, trabajó haciendo puertas durante 13 años, hasta que le echaron. Así que juntando la indemnización por despido y todos sus ahorros ha conseguido reunir 20mil euros para montar un taller de reparación de calzado. "Tú ves que el paro se acaba y después de eso ya no hay nada. Es como decir, pues voy a intentar hacer algo para por lo menos tener una salida", explica Juan.
No conocía la profesión, así que con 44 años se fue a Ciudad Real siete meses para aprender de un maestro remendón que le enseñó el oficio gratis. “Empecé a llamar a gente que tenía este negocio. Al final localicé a Ángel y él me dijo que en tiempos de necesidad teníamos que ayudarnos. Más que un amigo es un ángel. Sólo puedo tener palabras de agradecimiento hacia él”.
María José también se la ha jugado. Ama de casa y con su marido en paro, decidió gastar todos sus ahorros, 12.000 euros, en montar una tienda de ropa de bebé con todo en contra: en mitad de La Mancha, con la natalidad por los suelos y el consumo completamente hundimiento. Aun así, era la única opción que le quedaba de mantener a su familia porque no encontraba trabajo de nada.
De momento sólo le da para sobrevivir. Después de pagar el alquiler, las facturas, la mensualidad de autónomo y el IVA trimestral, María José no saca nada de beneficio.
“Beneficios es que es imposible. Lo bueno es poder aguantar. Yo mientras me dé para cubrir gastos y comprar el pan seguiré. Pero si tengo que pedir un crédito cerraré y me iré a mi casa. Lo tengo muy claro. Yo lo intento pero hasta cierto punto”, explica esta emprendedora.