Los consejeros de Sanidad son autores de algunas frases memorables sobre un modo particular de entender la salud. El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, José Ignacio Echániz, hombre sensible, dijo aquello de: "No hay que olvidar que la sanidad gratuita ha sido fundamental para fomentar el efecto llamada. Mucha gente ha cogido una patera porque sabía que en España tenía la asistencia sanitaria garantizada".

Después de eso, Echániz explicó que no es que su Gobierno esté recortando mucho, es que antes se operaba demasiado, decía. "Con los altos incentivos por operaciones se fomentaba una mayor indicación quirúrgica, se operaba a un número de personas por encima de los estándares de indicación quirúrgica", en sus propias palabras.

El consejero de Salud de la Generalitat catalana, Boi Ruiz se quitó de encima la responsabilidad de los recortes en sus hospitales con un razonamiento demoledor: "No hay un derecho a la salud, porque ésta depende del código genético que tenga la persona, de sus antecedentes familiares y de sus hábitos, que es lo que sería el ecosistema de la persona".

El portavoz del PP en la Comisión de Sanidad del Senado, Jesús Aguirre dijo en el mismo Senado que con la Sanidad tenemos que ser realistas porque no estamos en tiempos de utopía, si no de abrocharnos el cinturón.

Luisa Fernanda Rudi, presidenta del Gobierno de Aragón y del Partido Popular de Aragón, afirmó que lo del copago no es para tanto, que "con eso se compran dos paquetes y medio de tabaco. No tres".

El presidente del PP extremeño, José Antonio Monago dijo: "Antes de hacer recortes sociales me corto un dedo". El presupuesto sanitario se ha reducido en Extremadura un 7% en menos de dos años. ¿Y quién es el consejero que lo ha hecho? Pues son tres, porque la Junta de Extremadura ha batido un récord: tres consejeros de Salud en año y medio. El segundo tuvo que dimitir, después de ser sorprendido pasando consulta privada en una óptica de Portugal.