Poco menos de un mes antes de anunciar su abdicación, Juan Carlos I está de gira por el Golfo Pérsico. En Omán, su amigo el sultán le habría agasajado con un regalito que le llegará sólo dos semanas después de dejar la Corona: "Un ático en Londres valorado en 62 millones de euros", explica David Fernández.
El periodista apunta en el vídeo sobre estas líneas que, una vez fuera de la Jefatura del Estado, el rey emérito "tiene en mente trasladarse a vivir a Londres largos periodos, todavía tenía en mente recuperar esa relación con Corinna Larsen". En su libro 'King Corp', Fernández cuenta detalles de esta operación que alertó hasta a la prensa británica.
Una vez ya jubilado, Juan Carlos tiene a su disposición un lujoso 'nido de amor' en Londres, pero quiere unas reformitas. Así que aprovecha otro viaje a tierras arábigas para pedir aún más a su amigo el sultán: "Él quiere que, si el regalo viene, viene completo", afirma el periodista.
Sin embargo, Fernández comenta que "llega un momento en que el rey se enfada con Corinna, ya no se quiere ir a vivir a Londres a ese ático y lo que quiere es el dinero". Por ello, explica que "lo que hace es regalar ese ático como regalo de bodas". En este cambio de dueño se aprecian movimientos un tanto sospechosos.
"Los novios venden ese ático a una empresa offshore, por menos dinero de lo que cuesta", comenta David, que afirma que "es muy extraño que una cosa que cuesta 50, sobre todo un ático de lujo, meses después lo vendas por 30": "Es una operación un poco fake, algo en la mejor zona de Londres se revaloriza, no puede costar menos", comenta. En este sentido, sostiene que "lo que nos cuentan es que esa diferencia de precio, esos 20 millones, van a parar finalmente a los bolsillos del emérito".
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