En el primer programa de la nueva temporada de Salvados, Gonzo investiga el acoso sexual en el entorno laboral. Las víctimas a las que ha entrevistado cuentan las lamentables situaciones que tuvieron que soportar en el trabajo por culpa del acoso de sus jefes y las consecuencias que ha tenido para ellas.

"Intenté quitarme la vida"

Ana sufrió un auténtico infierno por culpa del acoso de su jefe. "Me afectó mucho, hubo médicos, ingresos, tratamientos... Intenté quitarme la vida, me hizo polvo", explica.

"La juzgada eres tú"

Aunque su acosador fue condenado a siete años de prisión por abusos, el proceso judicial fue muy duro. Él quebrantó la orden de alejamiento, pero la Guardia Civil le dijo a Ana que "tenía todo el derecho de ir donde quisiera".

"No puedo trabajar. En cuanto se me acerca el jefe, me bloqueo"

El jefe de Ana ha recurrido la sentencia. Él sigue viviendo en el pueblo, mientras que ella se vio obligada a irse.

"Él tiene que pagar lo que ha hecho, lo que me ha hecho a mí ya no tiene remedio", lamenta ella, que explica que no puede trabajar como consecuencia de las secuelas psicológicas: "En cuanto se me quiere acercar el jefe, o el encargado, o me hacen alguna broma, me bloqueo y después salgo corriendo".

"Debía dar un beso en la mejilla a mi jefe para salir de la oficina"

Patricia trabajaba como secretaria de alta dirección en Criteria Caixa. Durante, tres años, aguantó el acoso de su jefe. "Al entrar a trabajar me pedía que fuera al despacho y me diera la vuelta para que viera bien qué llevaba", recuerda.

"Duele mucho que un abuelo te toque las tetas"

Luana ha vivido varios episodios de acoso sexual durante sus 20 años de experiencia trabajando en el servicio doméstico. Cuando denunció lo que ocurría en la agencia para la que trabajaba, la acusaron de ser "poco profesional".

"Ni siquiera te preguntan, dan por asumido que te quieres acostar"

"Casi todas mis compañeras han sufrido esta situación. Las llegan a violar, las llegan a manosear", cuenta Luana, que al final dejó de trabajar con ancianos para evitar más situaciones de acoso.

"Sabiendo todo, le ascendieron"

Isabel sufrió el acoso del que era su jefe en el Corte Inglés de Santiago de Compostela. Cuando lo comunicó a Recursos Humanos, el jefe de personal le quitó importancia: "No te preocupes, ya sabes cómo es este hombre". Le ascendieron pese a su queja, aunque finalmente fue despedido tras una investigación interna.

"Voy tirando, pero sabes que te jodieron la vida"

"Yo pensaba jubilarme en esta empresa", lamenta Isabel, que acabó dejando su puesto y hoy se encuentra en paro.

"Sería bueno integrar el acoso en la Ley de Violencia de Género"

El magistrado José Fernando Lousada, que dictó la primera sentencia que reconoció una indemnización para una víctima de acoso en el trabajo, cree que sería positivo introducir "correcciones legislativas", como incluir este delito en la Ley de Violencia de Género y "concretar más las obligaciones de las empresas".

"No se puede obligar a una víctima a denunciar"

La psicóloga Lourdes Díez de las Cuevas explica que, aunque desde FAMUVI recomiendan denunciar el acoso, "nunca se le puede exigir a una víctima que denuncie", sino que tiene que ser una decisión propia.