Javier Blas explica cómo son los dueños de las empresas que controlan el mercado mundial de materias primas. "Son encantadores a la vez que son despiadados como empresarios", indicado. Para definirlos, el escritor pone como ejemplo algunas referencias del Lazarillo de Tormes. "El pillo, el trilero, el pirata romántico encantador pero que, a la vez, si puede te mete la espada y te deguella".

En cuanto al sector en el que se mueven, lo define como "uno de los mayores poderes económicos en la sombra del mundo". Una definición que ha completado explicando cuál es el modo de trabajar que tienen estas empresas y qué métodos utilizan para poder obtener un mayor beneficio.