En Madrid, los agentes reciben una llamada por parte de un hombre que alerta sobre unos individuos que están tratando forzar la puerta de un piso de su mismo edificio.

Acuden hasta el lugar, en el que otros compañeros ya tienen retenidos a los implicados. Un agente explica que el piso al que intentaban entrar es de alquiler, y se encuentra vacío. Tratan de localizar al dueño.

Los agentes acuden hasta el piso que intentaban ocupar. Encuentran marcas que evidencian que la puerta se estaba forzando. Entre las pertenencias de los presuntos autores encuentran varios destornilladores. Localizan al dueño del piso.