"Ahora sí que está muy bueno", comenta uno de los clientes de Bámbola sobre su comida. "La verdad es que ha merecido la pena", coincide su acompañante. El servicio ha llegado a su fin y, a pesar de que los comensales están contentos, María Jesús, la propietaria del restaurante, no puede compartir esa felicidad, como vemos en el vídeo principal de esta noticia.

Tras terminar la faena, se lamenta en la cocina frente a su equipo y Alberto Chicote de la situación del establecimiento. "Si tú supieras la ilusión con la que busqué el logo, el nombre... Era una niña chica con zapatos nuevos, y ahora me están grandes", dice entre lágrimas.

El chef no puede hacer más que aplaudir su trabajo. "Me sorprende que una mujer como tú sin ninguna experiencia aquí lo haya sacado adelante. Olé tus cojones, de verdad te lo digo. No todo el mundo vale para eso", le dice.

Estas bonitas palabras son interrumpidas por José, el otro dueño del local y marido de María Jesús. "Aquí nada más que hay tensión y problemas y discusiones". Chicote le responde indignado, pues no está tan contento con su labor. "Perdóname que te diga, pero yo a ti tensión te he visto cero", le dice. José se defiende y asegura que él también sufre "cuando no salen las cosas".

"¿Tú le cambiarías por cualquier otro camarero?", le pregunta Alberto a la propietaria. "Como camarero, sí", reconoce.