Etapa de de doble eliminación en Pekín Express, por primera vez las parejas expulsadas fueron elegidas por el método que yo más detesto, el democrático. Los jerezanas fueron las primeras en abandonar el programa, nos dejan tras dos meses en el programa sin que todavía sepamos distinguirlas. Quedaron penúltimas el primer día de esta etapa, aunque sus compañeros prefirieron salvar a los influencers, dando por hecho que al llevar el hándicap serían eliminados al día siguiente, como así fue. Esta vez el hándicap consistió en arrastrar con ellos a una chica india, un travesti o “Un transexual de esos” como la describió Pepe. Priscila y Jonan ya están en casa y mañana mismo retomarán su trabajo, influir.

Marta, la chica vasca, demostró ayer tener un don que probablemente nadie más comparta en nuestro planeta: meter la palabra “puto” delante de un verbo: “¿Me estás puto gritando”. “Vamos a puto coger el coche ya”. La RAE ya ha anunciado que doce de sus académicos comenzarán esta misma semana a analizar este fenómeno inusitado. Pepe por su parte aprovechó que estaba en la India para hacerle un precioso homenaje a Gandhi: amenazar a todos los conductores que no querían llevarlo con arrancarles la cabeza. Ya sabéis cómo se ponen los aristócratas cuando llevan unos días sin beber champán, son como los gremlins. Los primos siguen a lo suyo: cantan, ríen, bailan, hablan de meter la churra, debaten sobre Goku y a lo tonto a lo tonto, están siempre entre los primeros. El ‘jogo bonito’ lo llaman los brasileños. Matías demostró que no es solo ese chico tosco y gañán que todo el mundo piensa, también tiene un lado sensible que salió a relucir ayer cuando no pudo evitar recitar una poesía: “Vengo en plan comando y tengo el cimbrel colgando”.

Nos puto vemos la próxima semana en Pekín Express, no os lo puto perdáis.