Las denuncias por pinchazos a chicas jóvenes en discotecas no ha dejado de crecer, y aunque en estos casos no se han encontrado sustancias estupefacientes en las analíticas que se han realizado a las víctimas y estás no han sido víctimas de ninguna agresión o robo, la situación preocupa. Para arrojar luz sobre este tema, Más Vale Tarde ha contado con el análisis de José Cabrera, psiquiatra forense, quien ha explicado por qué es difícil inyectar alguna sustancia con este método.

Para poder inocularnos alguna sustancia, dice, "tendrían que pincharnos por debajo de la piel o en un músculo y apretar con un émbolo para que la sustancia entre en el cuerpo, y para ello no solo se requiere un pinchazo, sino también apretar", ha especificado el experto. "La sustancia que se inyecta tiene que inyectarse, y eso significa que hay que pinchar y aprensionar el émbolo para que entre esa sustancia", ha matizado.

Cabrera cree que en estos casos "hay un gamberrismo que va nutriéndose de la psicosis colectiva", pero advierte que con una aguja sin esterilizar se puede contagiar una enfermedad a la persona a la que se pincha, por lo que el autor se atiene a un delito de lesiones.