Por muchos, sino todos los usuarios de Instagram es sabido que la red social censura sin medias tintas partes íntimas de hombres y mujeres, especialmente pezones femeninos (aunque, curiosamente, no veta los traseros). Pero esta censura no es nueva. A lo largo de la historia hemos visto en muchas ocasiones cómo se ha restringido la visión de esas partes del cuerpo humano por razones, según parece, de sensualidad o sexualidad.

Precisamente por eso, el periodista José María Rivero ha realizado en Más Vale Tarde un repaso por los casos más sonados en lo relativo al arte. Por ejemplo, a Isabel la Católica le censuraban sus escotes cuando era retratada, y Carlos III trató de controlar la moda. Porque, concretamente, la obsesión por el pecho femenino, la censura y el control, ha estado perenne en la historia de la humanidad; al menos, en la española.

Pero no solo en la pintura. Con el nacimiento del cine la censura se mantuvo prácticamente intacta. La industria impuso códigos propios para evitar escotes, si bien con el avance social esa censura ha ido desapareciendo. No así durante la dictadura franquista en España, que a pesar de que coincidió con la época del destape en Hollywood no dudó en implantar sus propias normas para atajar lo que, consideraban, era un ataque contra la moral. En el vídeo puedes ver todos los ejemplos.