El Arzobispado de Valencia ha publicado un protocolo para evitar los abusos sexuales a menores en el que, entre otras cosas, proponen no estar nunca a solas con niños en despachos, sacristías o aulas. También insisten en no cerrar las puertas cuando se esté con un menor, en lo que han llamado "política de 'puerta nunca cerrada'", y en no entrar en los vestuarios o duchas cuando haya menores.

Este es un protocolo de 111 páginas, reflejo de un protocolo marco de la Conferencia Episcopal que además viene de una carta apostólica del papa de 2019.

En él, se habla también de cómo detectar que un niño ha sido abusado, las señales que nos deben poner alerta. Por ejemplo, si baja en los rendimientos escolares, si está depresivo, si tiene secretismos, si lleva un reloj o algo de un valor de procedencia inexplicable.

Además, recuerda que cualquier sacerdote o educador que esté con un niño tiene que tener un certificado negativo de delincuencia sexual, no pueden tener antecedentes de este tipo, aunque es algo que realmente obliga la Ley de Protección al Menor.

Por otro lado, pide colaborar con las autoridades civiles ante este tipo de casos, pero recuerda el secreto de confesión: "No existe encubrimiento ni infracción penal alguna por no denunciar un delito del que se ha tenido conocimiento en ejercicio de las funciones del ministerio sacerdotal o religioso". No obstante, insta a hacer lo posible por que la víctima lo denuncie.