Rosa, Araceli, María, Carmen y Eva son las cinco mujeres que han alcanzado grandes objetivos, el de coronar dos cumbres del kilimanjaro y el más importante, el de superar un cáncer.

Cansadas pero felices tras 12 días de expedición y tras horas y horas de marcha sobre un terreno inestable con lluvia, viento, poco oxígeno y bajas temperaturas.

Un viaje lleno de experiencias y de esfuerzo que en algunos momentos con ganas de tirar la toalla, pero era un viaje por ellas y por todas las mujeres que miran y luchan frente al cáncer.

Cinco mujeres y cinco historias. A María le diagnosticaron y operaron de un cáncer de mama, y a los quince días descubrió que estaba embarazada de cinco semanas. Durante el embarazo recibió 16 de sesiones de quimioterapia y consiguió tener a su hijo Jesús, que ahora tiene 3 años. Dice que ella no salvó a su hijo sino su hijo a ella.

Araceli terminó las sesiones de radioterapia hace sólo 9 meses, mientras que a Eva un linfedema le ha obligado a drenar su brazo durante todo el viaje mientras subía a la cumbre. A Carmen le practicaron una mastectomía por alto riesgo de cáncer y Rosa, la primera mujer española en ascender los siete picos más altos de todos los continentes, Superó su peor viaje, un cáncer de mama.

Tocar la cima del Kilimanjaro a casi 6.000 metros de altura era su meta y lo han alcanzado como se lo propusieron, juntas. La madrugada del martes 29 de septiembre del 2015 el Kilimanjaro pasó a convertirse en territorio conquistado por el espíritu de superación y con un mensaje: "Nunca hay que dejar de luchar".