Rubén Castillo, policía nacional de Valencia, estaba junto a su novia, también policía, en Nueva York de vacaciones cuando se topó con un caso en el que no dudó en actuar.
"Estaba paseando en la zona del Times Square y observé una fuerte discusión de un policía norteamericano con un varón. Le estaba recriminando que cogiera un perro de grandes dimensiones que estaba molestando a los viandantes y el varón, ante ello, comenzó a decirle 'jódete' cerca de la cara y en un momento determinado le pega un cabezazo que le obliga a retroceder varios metros", ha explicado.
"En ese momento observé que el chico iba a volver a abalanzarse sobre él y, para evitar males mayores como que le quitara el arma, me abalancé sobre él, comencé un forcejeo, caímos al suelo y el otro policía se incorporó a la reducción del individuo", ha continuado narrando.
Posteriormente, Rubén le dijo al policía americano que pidiera refuerzos, y es que, si le llega a quitar la pistola podría haber habido "males mayores": "Lo que me decían los compañeros norteamericanos es que anualmente mueren muchos policías en intervenciones con armas, por lo que me dieron todo el agradecimiento del mundo porque yendo desarmado me hubiera metido sin pensarlo a ayudar a su compañero".
Tras el acontecimiento, Rubén ha asegurado que los compañeros norteamericanos de la comisaría comenzaron a hacerse fotos con él y a darle parches de allí: "Me han dado varios teléfonos y me han dicho que si vuelvo algún día que lo que necesite que les llame".