El Gran Wyoming dice sentirse muy orgulloso por cumplir 2.000 programas. Ha explicado que en sus comienzos, no muchos apostaban por El Intermedio: "Me decían que en 'prime time' la gente no quiere líos, no quiere que le cuenten nada, sólo quieren relajarse... y nosotros les hemos metido caña que no veas", cuenta el presentador.

Además, recuerda un programa en el que llegaron a estar "20 minutos hablando en el programa sobre qué es el Tribunal de Cuentas". "La gente tiene interés por saber", sentencia Wyoming.

Reconoce que después de tantos años haciendo "pedagogía con la política" está "absolutamente intoxicado, saturado y con frustración". Frustración porque, dice, "llevamos 13 años señalando a delincuentes que siguen en activo, tenía la impresión de que la Justicia iba a ser más rápida y efectiva". Por ello confiesa que se interesaba más antes por la política que ahora.

A pesar de ello, reconoce que más que con la política está desilusionado con la Justicia y ha hecho referencia al casa del obispado que ofrecía cursos ilegales para 'curar' la homosexualidad: "Eso está denunciado desde hace dos años", y ha incidido en que "toda la premura que tienen las instituciones con los lazos amarillos podrían tenerla con la gente que está robando".

La presentadora de MVT ha querido saber también si es posible hacer sátira política durante tantos años sin acumular querellas y demandas. Wyoming explica que han estado en los tribunales "unas pocas de veces, y por tonterías y chorradas". Eso sí, después de 2.000 programas nunca han ido por difamación ni por haber insultado a nadie, algo que le "llena de orgullo".