Estados Unidos ha aprobado el envío de 700 millones de dólares en armas a Ucrania para reforzar su capacidad de defensa frente a los ataques rusos. Entre ellas se encuentran los conocidos misiles Himars, armas de máxima precisión que pueden llegar hasta los ochenta kilómetros de distancia.

Sin embargo, Washington ha enviado la versión más básica ya que los hay con capacidad de alcanzar los 300 kilómetros, pero no han querido hacerlo para evitar cualquier posible ataque a territorio ruso.

Mientras se produce esta entrega, los rusos siguen probando armamento del más alto nivel. Las últimas imágenes -se pueden ver en el vídeo que acompaña esta noticia- muestran los Circon, unos cohetes guiados por GPS que podrían alcanzar los 1.000 kilómetros de distancia y que podrían evadir todos los sistemas de misiles existentes.

Para el almirante de flota retirado Juan Rodríguez Garat, con este armamento se pretende cambiar el curso de la guerra ya que, tal y como ha explicado en Más Vale Tarde, los ucranianos carecían de armamento de largo alcance. Hasta ahora, solo podían resignarse a los bombardeos rusos.

Además, Rodríguez Garat descarta una escalada bélica ya que la compra venta o cesión de armamento es algo bastante habitual. "Si el Consejo de Seguridad de la ONU no promulga un embargo de armamentos esto no supone ninguna rotura de la normalidad", ha aseverado.