Hubo un día en el que María del Monte se dio cuenta de que lo suyo era cantar. En Lo de Évole, la artista cuenta a Jordi Évole cómo fue esa conversación con su padre en la que le dijo que quería ser cantante.

"Lo que yo quiero es que tú seas feliz", le dijo, aunque le puso en alerta, ya que iba a entrar "en un mundo donde hay mucho barro". "Yo solo te voy a pedir que no te manches, eso fue lo que me dijo", afirma Del Monte.

Por entonces, la cantante tenía "18 o 20 años", una edad en la que los jóvenes "eran niños todavía" y no "con la independencia que tienen hoy".