Durante su charla con Carlos Alsina, Jordi Évole considera que el presentador "huye del halago", situándole en "la escuela de José María García", que defendía que "el halago debilita", una frase que recuerda el propio Alsina. También cree que es de esa escuela porque "curra más que los demás", algo que Alsina explica.

"Le dedico muchas horas porque me cuesta mucho ponerme delante del micrófono sin estar seguro de lo que digo. Es buscar la seguridad propia. Me gusta estudiarme las cosas en la medida en la que puedo", detalla. Para Évole, Alsina es "un tío raro en este oficio, una rara avis": "Este es un oficio en el que los periodistas se reúnen con periodistas, con políticos, comen, sacan una información... Están en los mentideros y cenáculos, y no te veo a ti ahí".

Alsina confirma que no, que él no acude a esos "cenáculos y mentideros", algo que amplía: "El periodismo es una de mis ocupaciones, casi la que más servidumbre me genera. Tener criterio sobre las cosas genera muchísimo trabajo. Si luego haces entrevistas a quien participan en esos cenáculos y has tenido un trato muy frecuente con ellos, a mí me generaría una situación incómoda. Tengo la suerte de que no tengo ni que preguntármelo".