C. Tangana reconoce estar "luchando" para mantener una buena relación con un aspecto de su vida al que no quiere renunciar: la fiesta. El artista afirma en Lo de Évole que ahora sale "menos" y prefiere "una buena juerga flamenca". "La disfruto más y tiene más que ver con la música, pero sí me gusta la fiesta y quiero que me siga gustando y quiero ser capaz de convivir con ella, que ahora no soy del todo capaz", admite.

"La gira fue demasiado en ese sentido, no era capaz de gestionarlo y yo no quiero que la fiesta desaparezca de mi vida, porque siempre he convivido con ella y me he sentido bien y ahora es cuando me he empezado a sentir mal", abunda el cantante. "Es algo que no quiero perder y con lo que estoy luchando", reconoce.

"Yo nunca me había sentido mal al día siguiente y ahora hay un efecto de 'me siento mal'", explica Pucho, que quiere "que eso cambie" porque no quiere perder esa parte de su vida. "Hay que tenerle cuidado. Si cuando te levantas al día siguiente te puedes reír, todo esta bien, pero cuando ya no te ríes...", advierte.

Pero, ¿con qué remordimientos se levanta? "Pensar que no eres tú el que decide si sales o no sales, sino que las cosas te suceden y que no eres tú el que tiene el control, ni cuándo te vas... No estar en control", resume.

Preguntado por Jordi Évole acerca de en qué momento está ahora con las adicciones, el autor de 'El madrileño' asegura que "bien". "Estoy en un buen momento de la relación con ellas, nunca he tenido ningún problema de adicción real a la droga, nunca he tenido un problema de adicción al juego ni a nada", sostiene el cantante. "Es esta sensación de que me puede dominar el personaje, de que me puede dominar la fiesta, lo que me preocupa", aclara.

"No fumo porros porque en su momento me volaron la cabeza, me empezaron a sentar mal, tenía como paranoia y yo sentí que los porros abrieron una ventana que nunca se volvió a cerrar", relata no obstante C. Tangana, que explica que en su caso "abrieron algo que tiene que ver con el miedo y una forma de estar en el mundo un poco paranoide que nunca se ha vuelto a cerrar". "Y dejé de fumar porros", zanja.