Antonio José Guerrero fue diagnosticado hace diez años con un cáncer testicular. Sin embargo, la llegada de la pandemia fue un jarro de agua fría para su seguimiento.

Antonio José consiguió superar la que él mismo denomina su primera batalla contra el cáncer. Sin embargo, tenía que asistir a una revisión a finales de marzo que no deja de posponerse.

"La última semana de marzo nos recomendaron que solo se acudiera para casos urgentes y no había manera de que nos cogieran el teléfono", ha explicado.

Ante la falta de respuesta, contactó con la Asociación Española contra el Cáncer, que le explicó que debía esperar a que le llamaran. "Me llamaron en junio para decirme que me harían unas pruebas ahora en septiembre", ha añadido.

Por aquel entonces le citaron para realizarse pruebas el 11 de septiembre. Sin embargo, hace unos días recibió una notificación. "Recibo un papel en el que el hospital me dice que ya me llamará una clínica privada que me concertarías esas pruebas. El caso es que la prueba más importante para las revisiones oncológicas es el TAC y aún no me lo han hecho", ha explicado el paciente, que ha asegurado que tiene la cita el último lunes de septiembre y aún no se ha realizado las pruebas necesarias.

"Tengo 46 años, estuve de hospital en hospital para que vieran mi caso y había mucha gente demandando esa prueba. El problema es que seis meses para una persona, si se le reproduce puede significar que no lo cuente", ha añadido.

Antonio José Guerrero ha insistido en que el cáncer es la segunda enfermedad que más mata, más de 100.000 personas en le último año. "Es una de las enfermedades que hay que priorizar, y desde marzo a septiembre estamos esperando", ha señalado.