La verdad (a medias)
Un viaje inesperado por las desclasificaciones sorpresa: lo insólito y lo oculto que hemos descubierto al abrir archivos secretos
¿Por qué es importante? Desde gatos espía que nunca funcionaron hasta documentos sobre ovnis y nazis fugitivos, este recorrido por las desclasificaciones sorpresa revela las historias más extrañas, absurdas y a veces incómodas que emergen cuando los gobiernos deciden abrir sus archivos secretos.

Abrir archivos secretos es una aventura. A veces parece una película de espías. Otras, una comedia absurda. Pero casi siempre tiene algo en común: solo se desclasifica lo que interesa. Y lo que no… se guarda bajo llave. O se pierde. O se quema. O se tapa con otra cortina de humo.
Que se lo digan a Donald Trump. Le pareció bien desclasificar documentos sobre el asesinato de Martin Luther King. ¿Por qué ahora? Porque le interesa, porque le conviene políticamente. Pero ni una palabra de los papeles más incómodos del caso Epstein, el millonario pedófilo[[LINK:INTERNO|||Article|||6842909a3a98b0e41ddf9ca1|||con vínculos con medio mundo —incluido él mismo—]] y que acabó "suicidado" en una celda de máxima seguridad. Otra casualidad más. Igual que el silencio que rodea al príncipe Andrés, también relacionado con Epstein. Por ahí no se abre ningún archivo. Demasiado arriesgado.
En Reino Unido, este año han salido a la luz documentos sobre 'Los cinco de Cambridge', los espías que traicionaron a la Corona británica a favor de la URSS durante la Segunda Guerra Mundial. Una historia de película, sí, pero también de traición.
Cada vez que un país abre sus archivos, suele salir algo raro. O escandaloso. O directamente ridículo. En Estados Unidos, por ejemplo, cada desclasificación nueva es un ejercicio de vergüenza histórica. Como cuando supimos que en los años 60 la mitad del personal de sus embajadas eran espías. O que la CIA tenía operaciones abiertas en medio planeta. O que intentaron desacreditar a líderes comunistas con vídeos porno falsos. O que trasladaron científicos nazis para hacer despegar su carrera espacial. O que intentaron matar a Fidel Castro de formas cada vez más estrafalarias.
Pero hay más. En 2001 salió a la luz uno de los proyectos más surrealistas de la Guerra Fría: el 'gatito acústico'. La CIA invirtió 15 millones de dólares en un proyecto para meter micrófonos en las orejas de un gato y una antena en su cola. El objetivo era espiar conversaciones entre soviéticos. El problema es que al lanzar al gato a la misión, lo atropelló un coche antes de grabar nada. Fin del espionaje felino.
Si los gatos llevaban cables, los humanos también. El programa MK Ultra —también desclasificado— fue un experimento secreto de control mental. La CIA drogó a personas sin su consentimiento para ver si así confesaban en interrogatorios. Literalmente: probaron LSD y otras sustancias con personas a las que no se les dijo nada.
Y luego están los ovnis. Estados Unidos lleva décadas desclasificando informes sobre luces en el cielo, objetos que no saben qué son y platillos voladores. Pero no es el único país: en España también hemos tenido lo nuestro. En 2016, el Ministerio de Defensa publicó 80 informes entre 1962 y 1995 con más de 1.900 folios que hablan de "círculos luminosos en Murcia", "peonzas de luz en Sevilla" y fenómenos extraños sobre nuestras cabezas. ¿Extraterrestres? ¿Globos meteorológicos? ¿Maniobras militares? Quién sabe.
Pero ojo, que en España no todo está tan abierto como parece. Muchos archivos del franquismo siguen cerrados, con secretos bien guardados como el 23F o la guerra sucia contra ETA. Aunque la ley ha mejorado y ahora los documentos se pueden desclasificar a los 45 años (antes tardaban más), estos temas delicados pueden esperar hasta 60 años para salir a la luz.
¿Esto qué significa? Que sobre el 23F no vamos a saber nada hasta 2041, y sobre los GAL hasta 2048. Los documentos menos comprometidos saldrán a los 35 años, pero las verdades más incómodas seguirán guardadas un buen rato. Así que, aunque abrir archivos está de moda y nos encanta descubrir secretos, los más polémicos seguirán bajo llave por bastante tiempo.