Una pregunta clave sin resolver
El precio de la electricidad se dispara un 450% esta semana: ¿por qué sigue alto si hay suficiente energía?
Sí, pero A pesar de la abundante producción energética, la dependencia del gas para cubrir picos de demanda sigue impulsando los precios, que aún son considerablemente más bajos que hace una semana o un año.

Esta semana ha sido una montaña rusa para el precio de la electricidad, reflejando la complejidad y volatilidad del mercado energético. Comenzó con un precio de 18,50 euros por megavatio hora (MWh) el lunes, descendió hasta los 5,79 euros el martes y, de manera sorpresiva, se disparó este miércoles a 31,83 euros, marcando un aumento de hasta un 450%.
Sin embargo, a pesar de estos picos, los precios actuales son considerablemente más bajos que los 44,23 euros de hace una semana y los 53,44 euros del mismo día en 2024.
La pregunta más repetida durante esta semana de precios históricos es clara: ¿por qué, si hay suficiente energía, el precio sigue siendo tan alto? La respuesta tiene que ver con la estructura del mercado eléctrico y el tipo de energía que se utiliza para cubrir la demanda.
A pesar de que la producción de electricidad puede superar la demanda en ciertos momentos, el precio no depende de cuánta energía se produce, sino de qué tipo de energía está disponible en cada momento.
Aunque las energías renovables y las nucleares son las más baratas, en ciertos momentos de la semana, cuando la demanda supera la capacidad de estas fuentes, se recurre a fuentes de energía más caras, como el gas. Y es precisamente la última fuente utilizada la que marca el precio de la electricidad.
Este fenómeno se puede comparar con la compra de una hamburguesa. Si la carne más barata se agota y se tiene que recurrir a carne más cara, el precio de la hamburguesa sube, aunque el uso de la carne cara haya sido mínimo. En el mercado eléctrico, la 'carne cara' es la energía producida a base de gas, que marca el precio, aunque solo se use una pequeña parte para cubrir la demanda.