La última forma de justificar la gestación subrogada por parte de las empresas que se dedican a ello es que ya estaba presente en la Biblia. Por ejemplo, en la web de 'American Surrogacy' explican que "la idea de la subrogación se remonta a los tiempos bíblicos". Que se puede encontrar en el libro del Génesis de la Biblia, en la historia de Abrahám y Sara.

Muchas agencias a la hora de hablar de la historia de la gestación subrogada insisten en citar a Abrahán y Sara. Pues juzguen ustedes. Esta es la historia tal y como se cuenta en el antiguo testamento: Sara y Abrahám estaban casados, pero no podían tener hijos porque ella era estéril. Con cerca de 80 años ambos, ella le pidió a su marido que tuviera relaciones sexuales con su sierva, llamada Agar. Que de esa relación podría nacer un niño que ellos tomarían como propio, que ella acogería.

Y así fue. El patriarca Abrahám yació con Agar y tuvieron a Ismael. Así lo cuenta el Génesis: como no podían tener hijos, usaron a la criada para tenerlos. Tal cual. Y ahora, más de 2.000 años después algunas empresas relacionadas con la gestación subrogada lo usan para justificarse.