Diseñadas para provocar

'La isla de las Corrupciones' del PP no ha sido la única: otras campañas políticas que han causado tensiones diplomáticas

Los detalles Desde la polémica con Alemania en 2014 hasta la reciente queja formal de la República Dominicana, las campañas electorales en España han desatado reacciones internacionales, forzando a partidos políticos a retractarse y disculparse públicamente por sus mensajes.

'La isla de las Corrupciones' del PP no ha sido la única: otras campañas políticas que han causado tensiones diplomáticas

El Partido Popular ha retirado el vídeo que, bajo el título 'La Isla de las Corrupciones', denunciaba la supuesta corrupción del PSOE. Este vídeo, que mostraba imágenes de la República Dominicana, fue criticado por el gobierno del país caribeño, que formalizó su queja a través de 'X'. Ante la presión internacional, el PP ha emitido una disculpa pública y ha decidido retirar el vídeo de sus redes sociales.

Este incidente no es un caso aislado en la historia de las campañas políticas españolas, que a menudo han provocado reacciones de gobiernos extranjeros. En 2014, la embajada de Alemania en Madrid presentó una queja ante el PSOE por un polémico vídeo en el que un skinhead homófobo y un sacerdote radical hablaban en alemán, con la implicación implícita de que esa era una representación del carácter nacional alemán.

El PSOE, en aquella ocasión, no llegó a retirar el anuncio, pero las tensiones diplomáticas reflejaron el malestar que este tipo de campañas pueden generar. Sin embargo, la protesta alemana fue más oficiosa y no alcanzó los niveles formales que ha tenido la queja dominicana.

El Partido Popular también ha estado involucrado en campañas que rozan los límites de la controversia. Un claro ejemplo fue la campaña de Falcon Viajes, lanzada en 2019. En ella, el PP criticaba el uso del avión oficial de Pedro Sánchez, apodado el Falcon. Sin embargo, la campaña fue más allá de lo que muchos consideraron una crítica política al uso de recursos públicos: incluyó la difusión de una imagen de las hijas del presidente, algo que desbordó el tono de la crítica.

Aunque el PP rápidamente se desligó de la imagen, argumentando que había sido publicada por redes sociales, la presión fue tal que la campaña oficial se suspendió tras tan solo 72 horas de emisión.

Este tipo de situaciones, que desatan controversia y malestar entre los partidos políticos, rara vez llegan a tener consecuencias legales. Sin embargo, las reacciones suelen ser intensas, y las campañas a menudo se mantienen a pesar de las quejas. Es una constante que las campañas no suelen agradar a los aludidos, como sucedió en 2009, cuando el PSOE realizó una campaña en la que caricaturizaba a los miembros del PP como 'pijos' que defendían la asignatura de Educación para la Ciudadanía.

Tampoco gustó a los partidos rivales una campaña del PSOE catalán, que, de forma provocadora, mostraba a una mujer llegando al orgasmo al votar por el partido.

En cuanto a las campañas que han derivado en acciones judiciales, son pocos los casos en los que la justicia ha intervenido directamente. Sin embargo, uno de los ejemplos más conocidos se produjo en 2003, cuando un concejal vinculado a Iniciativa per Catalunya difundió un cartel en el que se leía: "Apadrina un niño extremeño. Extremadura SOS".

Este mensaje era una crítica irónica a lo que consideraba la excesiva contribución económica de Cataluña al resto de España, particularmente hacia la región de Extremadura. La Junta de Extremadura denunció al concejal por ultraje, pidiendo una multa de 3.650 euros, pero el juez absolvió al político, argumentando que la libertad de expresión prevalecía sobre la interpretación de la campaña como un insulto.

Lo ocurrido con la campaña 'La Isla de las Corrupciones' pone de manifiesto una paradoja: aunque las campañas electorales están diseñadas para provocar reacciones, suelen exceder los límites del buen gusto y de la diplomacia internacional. Lo que parece ser una simple estrategia de comunicación en el ámbito electoral puede desencadenar una serie de reacciones que involucran tanto a partidos rivales como a gobiernos extranjeros, obligando a los responsables a dar marcha atrás y retirar contenidos para evitar mayores tensiones.