Un exoficial de inteligencia en el Capitolio de Estados Unidos ha afirmado: "Los avistamientos ovni no son raros ni aislados". También ha dicho que su gobierno oculta naves de origen extraterrestre y "restos no humanos". Así lo ha manifestado delante de los legisladores en la subcomisión de Seguridad Nacional del Capitolio.

Son tres los exmilitares que llevan años contando las mismas historias de ovnis. Uno de ellos ha ido más: David Grusch, oficial de combate condecorado durante la Guerra en Afganistán, asegura que hay un programa de recuperación de ovnis en Estados Unidos. "Me refiero a la recuperación de vehículos técnicos de origen no humano, llamémoslos naves espaciales, si quieres, que han aterrizado o se han estrellado". Ha asegurado: "¿Tenemos naves espaciales de otra especie? Sí, las tenemos".

No solo asegura Grusch que Estados Unidos guarda en secreto naves espaciales que se han estrellado, sino que el Pentágono también guardaría extraterrestres muertos. "¿Tenemos cuerpos, tenemos especies? Bueno, naturalmente cuando recuperas algo que ha aterrizado o se ha estrellado, a veces encuentras pilotos muertos". Ha afirmado que, lo crea la gente como si no, "es verdad”.

Por supuesto, el Pentágono lo ha negado. No queda ahí la cosa: el oficial asegura que el gobierno de Benito Mussolini recuperó una nave espacial "no humana" en 1933, y que el Vaticano se involucró en ayudar a Estados Unidos a apropiárselo en 1945. "En 1933, se recuperó en Magenta, al norte de Italia, una plataforma parecida a una campana, de unos diez metros de tamaño", relató. "El gobierno de Mussolini lo mantuvo en secreto hasta que los oficiales de la Oficina de Servicios Estratégicos lo recuperaron en 1944. Eso cuenta Grusch, aunque admite que se lo han contado y él concretamente no ha visto nada.

Otro de los que han comparecido en el Congreso, el piloto de combate Comandante David Fravor, sí afirma haber visto un objeto no identificado, que según él persiguió a los combatientes estadounidenses durante dos semanas. Lo describe como algo "de forma perfectamente redondeada, blanca como un cápsula. O, para que la gente lo visualice, como un tanque de propano gigante". Dice que lo persiguieron y después se esfumó.

El tercer y último declarante, Ryan Graves, era también piloto. En su caso, lo que vio no era "un tanque de propano blanco", sino un cubo gris. Y no lo vio una vez: dice que estaban todo el día viendo esos objetos frente a la costa de Virginia. "Estoy preocupado porque, como es algo diferente, no estamos dispuestos a mirar el problema de frente. Estamos felices ignorando el hecho de que están ahí fuera observándonos", ha opinado.