Tres militares retirados han asegurado este miércoles que las autoridades estadounidenses están ocultando un programa de captura y estudio de ovnis. Además, uno de los exmiembros del ejército asegura que se han encontrado restos biológicos "no humanos". El Pentágono ha negado sus afirmaciones. Todos ellos han testificado este miércoles ante un subcomité de la Cámara de Representantes de Estados Unidos encargado de investigar los llamados "fenómenos anómalos no identificados", u ovnis.

Ante la abundancia de testigos, en muchos casos pilotos tanto militares como civiles, los integrantes del subcomité demandaron que el Gobierno estadounidense establezca un sistema "transparente y seguro" para que estos incidentes puedan ser reportados ante las autoridades sin dañar la reputación de los testigos. El congresista Glenn Grothman, republicano de Wisconsin, presidió la audiencia del panel y bromeó ante una audiencia repleta: "Bienvenidos al subcomité más emocionante del Congreso esta semana".

Los que han testificado este miércoles son David Grusch, exoficial de inteligencia de la Fuerza Aérea; David Fravor, excomandante de la Marina; y Ryan Graves, expiloto de la Armada. El testimonio más espectacular fue el de David Grusch, un oficial de inteligencia de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, que ha afirmado que las autoridades estadounidenses están en posesión tanto de naves de origen extraterrestre como de los restos de sus ocupantes de origen "no humano". Grusch también ha señalado que Estados Unidos tiene un programa para estudiar la supuesta tecnología extraterrestre e intentar reproducirla a través de la llamada ingeniería inversa.

Información de la actividad "no humana" desde 1930

Grusch ha revelado que el jefe de un grupo de trabajo del gobierno sobre ovnis le pidió en 2019 identificar todos los programas altamente clasificados relacionados con la misión del grupo de trabajo. En ese momento, Grusch fue asignado a la Oficina Nacional de Reconocimiento, la agencia que opera los satélites espía del país. "Me informaron en el curso de mis deberes oficiales de un programa de ingeniería inversa y recuperación de UAPs (ovnis, en sus siglas en inglés) fallidas de varias décadas al que se me negó el acceso", ha declarado.

Cuando fue preguntado si el gobierno tenía información sobre vida extraterrestre, Grusch ha respondido que Estados Unidos probablemente está al tanto de la actividad "no humana" desde la década de 1930. Además, ha señalado que decidió volverse informante del gobierno después de su descubrimiento y ha enfrentado represalias por hablar. "Fue muy brutal y muy desafortunado, algunas de las tácticas que usaron me lastimaron tanto profesional como personalmente", ha contado.

El Pentágono ha negado las afirmaciones de Grusch de un encubrimiento. En un comunicado, la portavoz del Departamento de Defensa, Sue Gough, ha asegurado que los investigadores no han descubierto "ninguna información verificable para corroborar las afirmaciones de que haya existido en el pasado o exista actualmente algún programa relacionado con la posesión o la ingeniería inversa de materiales extraterrestres". La declaración no abordó los ovnis que no se sospecha que sean objetos extraterrestres.

"Los avistamientos no son raros"

El teniente Ryan Graves, un antiguo piloto de un avión de combate F-18 de la Marina estadounidense, ha señalado en su declaración inicial que "si los ovnis son drones extranjeros, son un urgente problema para la seguridad nacional". Graves ha añadido que si los ovnis no son de origen humano, "es un tema para la ciencia. En cualquier caso, los objetos no identificados son una preocupación para la seguridad aérea".

Graves, además, ha asegurado que el cielo de EEUU "está lleno de ovnis, cuya existencia no se denuncia lo suficiente". "Los avistamientos no son raros ni aislados. Son la rutina. El estigma de los ovnis es real, y plantea un desafío poderoso a la seguridad nacional", ha insistido.

Otro de los testigos, el comandante David Fravor, también un piloto retirado de la Marina, testificó cómo presenció en 2004 un ovni con la forma de un "tic tac", un popular caramelo norteamericano que aparenta una píldora, con capacidades de vuelo imposibles para la tecnología de los Estados Unidos.