Habitar en una isla desierta puede ser una experiencia tranquila a la par que peligrosa por sus posibles complicaciones. Por ello, es importante saber crear señales de socorro en el caso de que las situación se vuelva extrema para los supervivientes.

Para crear señales de socorro se pueden emplear varios objetos, como piedras o plantas. Sin embargo, el más efectivo de ellos suele ser el fuego, tal y como señala el libro ‘La Isla: cuaderno de supervivencia’. Por la noche, la luz que desprende es muy efectiva para llamar la atención de aviones o helicópteros. La mejor manera de hacerlo es colocando el fuego en zonas elevadas de la isla.

Al igual que de noche, el fuego continúa siendo el mejor aliado en las horas de luz para pedir auxilio gracias al humo que desprende, que será mayor si se alimenta con hojas verdes. Además, si se le añaden piezas de cobre o monedas, el fuego adquirirá un tono verdoso más llamativo.

Una vez conseguido el fuego, la mejor forma de pedir auxilio es colocando tres fogatas en forma de triangular. Pues, según las convenciones internacionales, esta distribución es una señal inequívoca de socorro.

Otras formas de crear señales de socorro

El fuego es un factor importante a la hora de construir un refugio, cocinar alimentos o pedir auxilio. Sin embargo, lograr encender una hoguera no es tarea fácil. Para ello, es muy importante tener paciencia y seguir alguno de los métodos tradicionales, como el de el choque de piedras sobre un cúmulo de yesca donde prendan chispas.

Sin embargo, a la hora de mandar señales de socorro existen otras posibilidades que no requieren de una fogata. En este caso, la mayor de las suertes hubiera sido salvar algún teléfono, radio u algún otro aparato con conexión vía satélite, con los que poder intentar contactar con el exterior. Si no es el caso al que nos enfrentamos, no debe cundir el pánico dado que hay otras formas de pedir auxilio.

Una de ellas es dibujar las letras SOS con grupos de piedras u otros elementos de gran tamaño sobre la arena. Otra de las opciones es utilizar estos objetos para representar en el suelo figuras geométricas que no cree la naturaleza con materiales de colores llamativos o con objetos brillantes que lancen destellos.

Por otro lado, siempre puedes emplear otras señales de socorro que se hayan podido salvar del naufragio, como silbatos, linternas o espejos. En este caso, siempre deberás emplear estos objetos emitiendo señales de tres en tres. Es decir, tres pitidos, tres ráfagas de luz o tres reflejos de sol. Eso sí, siempre dejando pausas de un minuto entre cada intento para que los aviones o barcos puedan reconocerlos como señales de socorro desde la distancia.

En cualquiera de las opciones que llevemos a cabo, no hay que dejarse llevar por la frustración y mucho menos plantearse la opción de construir una balsa para adentrarnos en mar abierto, como hicieron los concursantes de la isla en una ocasión. Según señala el manual citado anteriormente, las posibilidades de sobrevivir en alta mar y ser encontrado son menores que permaneciendo en una isla a la espera del rescate.

Qué hacer mientras se espera el rescate

La respuesta a esta pregunta es clara y concisa: actitud positiva. Así es, la buena voluntad puede salvarnos de la muerte. Por ello, el manual señala que nunca hay que dejar de pensar, analizar el entorno y de administrar bien los recursos y energías. Además, es muy importante que todo el trabajo se desarrollen proyectos para tratar de mantenernos a largo plazo.

Otro de los trucos para evitar la depresión, en caso de soledad, es el de crearnos un amigo imaginario con el que compartir nuestros pensamientos y exteriorizar nuestros sentimientos, como hizo Tom Hanks en la película Náufrago.

Ya sea un balón llamado Wilson o personas de carne hueso, siempre hay que intentar evitar las disputas con los compañeros de la isla dado que la ayuda moral y la colaboración son imprescindibles para subsistir.