Mirando el horizonte. Así se paran a hablar Jordi Évole y Alberto Chicote en lo alto del Mirador de Patrau con vistas a todo el Delta del Ebro. "Hace muchos años que voy al psicólogo y es que me encanta ir, me lo paso bien", confiesa Évole.

El periodista está seguro de estamos en una época donde no da miedo hablar de salud mental, ni de confesar que visitas el psicólogo: "Es un lugar de charla, de confesión". "Tener a alguien que no forma parte de tu entorno y que te aconseje me parece una maravilla", explica a Chicote.

Además, Évole asegura sentirse un "privilegiado absoluto": "Lo tiene más complicado un padre de familia que no llega a fin de mes y lucha para que sus hijos puedan estudiar", explica.