Los responsables de los supermercados reconocen a los que se llevan productos sin pagar gracias a las cámaras. Sin embargo, la medida de seguridad más importante no son las grabaciones, sino el propio personal, capaz de frenarles. "Que no vean nunca la caja desprotegida; no te muevas de aquí", le dice Raquel Aguilera, directora de marketing de supermercados, a una cajera.

Pese a ello, los hurtos cuestan cada año 600 millones de euros a los supermercados. Para evitarlos, otra de las medidas adoptadas por los comercios es blindarse con alarmas. Los productos más caros se meten en cajas con alarmas, mientras que para los más sencillos se utilizan alarmas adhesivas. Cada una cuesta alrededor de 3 céntimos. "Nos atacan por donde no hay cámaras de seguridad", lamenta Aguilera.

*El contenido al que hace referencia la información forma parte de un programa de Equipo de Investigación de 2013 que laSexta ha vuelto a emitir este sábado.