Desde que los amigos ven por última vez a Jesús Mari, reciben diez mensajes enviados desde tres teléfonos diferentes de prepago. "Te escribo para que no te preocupes por mí y te tomes unas cuantas a mi salud, me voy con unos amigos. Igual llegamos a Lisboa", escribió supuestamente a un amigo, mientras que a otro le dijo: "Estoy como un cerdo en un charco; creo que me quedo a vivir aquí".

"En esas primeras conversaciones, no sospechaba nada porque no había pasado mucho tiempo, pero el 1 de abril ya empecé a sospechar porque sus mensajes no me cuadraban con la forma de escribir de Jesús Mari. Él antes era muy escueto con los mensajes, por lo que me empecé a convencer de que esos mensajes no los escribía él", cuenta un amigo de la víctima a Equipo de Investigación.