Localizamos a un joven que acaba de hacer un pedido de "latas de cerveza" por el móvil, quien afirma que trabajó como rider y que "servía alcohol a cualquier hora", pese a que los establecimientos convencionales tienen prohibido vender de madrugada.

"Yo trabajé allí y servía alcohol a cualquier hora. No hay control ninguno", afirma, tras lo que expresa que "por suerte" ya no trabaja para esa empresa. "Te tratan peor que a un perro. En ocho horas no podías mear, y no tenías acceso al lavabo". denuncia, tras lo que insiste en que podía llevar bebidas alcohólicas en cualquier cantidad y a cualquier hora.