Equipo de Investigación sigue la pista a las joyas de la familia Franco. Y es que las valiosísimas alhajas que lucía la esposa del dictador, Carmen Polo, eran uno de sus mayores tesoros.

Carmen Enríquez, que escribió su biografía, explica ante las cámaras que "que a doña Carmen Polo le gustaban las joyas es algo que salta a la vista". "Cuando era para ocasiones especiales llevaba joyas dignas de cualquier familia real", detalla la periodista, que incide en que la mujer de Franco "quería tener muchas y llegó a tener muchísimas".

"La joya que la identificaba era un collar de perlas de tres vueltas, que se lo ponía prácticamente con cualquier vestimenta, con cualquier indumentaria que llevara y en cualquier ocasión", precisa Enríquez, que muestra una imagen de Carmen Polo junto al dictador en una corrida de toros: en aquella ocasión "no solamente llevaba el collar de tres vueltas, sino que también llevaba un enorme broche".

Sin embargo, una de sus joyas más preciadas era un espectacular collar de esmeraldas que solo usaba en ocasiones muy especiales, como cuando el presidente Eisenhower visitó España. Pero, ¿dónde guardaba todas estas joyas Carmen Polo?

Enríquez recuerda el testimonio del que fue marido de una de sus nietas, Jimmy Jiménez Arnau, que cuenta que cuando fue a conocer a la familia de su novia, alguien le mostró una habitación llena de cajones repletos de "pulseras, pendientes, collares, diademas...". "Había de todo y las piedras preciosas eran de todos los colores: rubíes, zafiros, aguamarinas, brillantes, perlas...", detalla la biógrafa, que "una cosa como de Alí Babá y los 40 ladrones" con las joyas "todas amontonadas".