El equipo de Enviado Especial creía que ya nada podría sorprenderles en Turkmenistán después de varios días en el país vigilados muy de cerca por un enviado del Gobierno, hasta que se toparon con los perros. "El siguiente destino es la guinda del circuito".
Se encuentran en el edificio de la Asociación de perros turkmenos Alabai. Un trabajador les recibe y explica todo lo que tienen que saber sobre esta raza de gigantescos canes."El perro Alabai es un símbolo nacional con más de 5.000 años de historia. Las alfombras turkmenas que todo el mundo conoce se tejen, con lana de oveja y nuestros perros Alabai siempre han ayudado a los pastores a cuidar de sus rebaños", cuenta.
"¡Madre mía, qué perrazo!", exclama Jalis de la Serna. En efecto, pueden llegar a pesar 105 kilos. "¿Qué pasa grandullón?", lo saluda alegre el presentador. "Es una cosa curiosa, pero el primer presidente, prohibió que la gente tuviera perro en su casa porque no le gustaba el olor de los perros", recuerda el periodista. El guía, Dmitry, no está cómodo con ese relato. "No los prohibió totalmente. No quería que fueran sueltos por la calle. Le molestaban porque había muchos accidentes". Sin embargo, los presidentes posteriores han hecho del perro un símbolo nacional.
"En 2019 el padre de nuestro actual presidente escribió un libro en el que explicaba la historia de estos perros y pidió que se mantuviera la raza pura", dice el trabajador de la asociación, añadiendo información. De hecho, el propio presidente del país, es el máximo responsable de la asociación internacional de esta raza de perros. "Aquí tenemos una foto del perro con el presidente actual".
"El presidente regaló una medalla de oro y un coche al perro. Pero lo utilizan nuestros señores", afirma Dmitry. Tras visitar la zona de cría y ver a una perra con cachorritos, Jalis entiende la importancia de este animal en Turkmenistán. Todo un símbolo que valió incluso para evitar una crisis diplomática con Rusia. "Vemos aquí como Gurbanguly Berdimuhadevo llegó a regalar un perro a Vladimir Putin por su 70 cumpleaños", dice enseñando el vídeo del momento en el móvil.
El obsequio tuvo lugar en un momento en el que las relaciones entre Turkmenistán y Rusia estaban un poco tensas. Turkmenistán quería volver a venderle gas a Rusia, pues hubo un momento en el que Rusia dejó de comprar por una discusión con los precios. "¿Saben algo del perro? ¿Saben si lo sigue teniendo Putin?", se pregunta Jalis. La respuesta es afirmativa. "Esperemos que Putin trate mejor a los perros que a las personas. Esto no hace falta que se lo traduzcas...", le dice a Dmitry.
El equipo de Enviado Especial no ha podido ver en 15 días cómo vive la población, la gente en sus casas, pero sí ha podido comprobar que los perros tienen todas sus necesidades cubiertas. "No sé si los hospitales públicos estarán tan equipados como esta clínica veterinaria", dice mientras visita el veterinario.
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"Estamos viendo el país que quieren enseñar fuera", concluye.
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