El dinero también se utiliza para desafiar a las leyes de la naturaleza. Aalya Al Mazrouei, directora de programas del proyecto de siembra de nubes, recibe a Jalis de la Serna en el Centro Nacional de Meteorología de Abu Dabi. Pero, ¿qué es el proyecto de siembra de nubes?

"Este es uno de los múltiples esfuerzos de EAU para conseguir agua fresca". Un arduo trabajo que los Emiratos Árabes Unidos financian a golpe de talonario. Otro de los proyectos faraónicos multimillonarios, que pretende nada más y nada menos que hacer llover. "Primero comienza mirando los datos que envían los satélites, preparando la previsión meteorológica, para saber si existe la posibilidad de sembrar o no", explica la científica mientras proyecta un holograma explicativo.

El avión rodea la nube realizando una tarea de observación. Después, vuela por debajo y lanza el material. "Aquí es donde empieza el proceso que permite la condensación y comienzan a caer las gotas de lluvia". Así se produce el milagro de la lluvia... unas 400 veces al año.

"¿Tienen la seguridad de que este lanzamiento de elementos químicos a la atmósfera no puede contaminar el medio ambiente de alguna manera?", pregunta el periodista. Esto es respetuoso con el medioambiente porque lo que se usan son sales naturales. Son materiales que atraen la humedad que... consisten solo en sales naturales", se defiende Aalya Al Mazrouei. Lo cierto es que suelen usar yoduro de plata, una sal que utilizada en grandes cantidades sí que puede contaminar el medioambiente e incluso ser tóxica para los humanos.

Las lluvias aumenta entre un 10 y un 25% en un país aquejado por la sequía, pero también por inundaciones. "En Dubái se produjeron inundaciones en el 2020 y también en el 2022. Y hay quién ha relacionado estos episodios con la siembra de nubes, que ha podido se una consecuencia indeseada", refiere Jalis. "No. Nosotros solo intervenimos cuando hay una necesidad de aumentar la cantidad de lluvia. Porque esto es controlable. Nosotros lo controlamos", responde contundentemente.

Se trata de una tecnología que se empezó a estudiar a nivel mundial en los años 40. La EAU empezó a hacer este tipo de operaciones en los años ochenta. "Ya se realizó un vuelo hasta llegar a lo sofisticada y potente infraestructura que tenemos actualmente".

Cuatro aviones disponibles, mucha equipación y tecnología punta con un coste multimillonario lo hacen posible. Pero, ¿es rentable? "Merece mucho la pena. Por cada dólar que invertimos en este proyecto, obtenemos el equivalente a 25 dólares en agua".

Otros países (también vecinos de Emiratos Árabes Unidos) no tienen los recursos económicos necesarios para poner algo así en marcha. "Es cierto que esta tecnología requiere de apoyo. Trabajando y colaborando juntos, estableciendo vínculos, puede ser más fácil que llegue".

Aalya considera que esta es "una de las soluciones cuando buscas garantizar el agua en el futuro. Para nosotros es una propuesta sostenible y forma parte de lo que hemos llamado el Año de la Sostenibilidad". "No podemos ignorar a la ciencia. Con la ciencia como base se puede hacer mucho para luchar contra el cambio climático".