Reino Unido ya no forma parte de la Unión Europea. La comunidad española residente en el primer país que ha decidido salir del acuerdo comunitario se enfrenta así a un panorama de incertidumbre y decepción.

Eso es lo que muestra Estrella, una investigadora universitaria de 34 años que asegura que el 'sí' al abandono de la UE en el referéndum fue "un palo grande" para ella: "Mi hijo va a ver que vive en una sociedad en la que hay ciudadanos de primera y de segunda clase, y que uno de esos ciudadanos de segunda clase es potencialmente su madre, porque él es británico y yo no", ha explicado.

Los escoceses no quieren salirse, tal y como ha explicado Vicente, un ciudadano español residente en Edimburgo y director de una empresa de tours. Él asegura que "cuando fue el referéndum de independencia se les dijo 'quedaos en Reino Unido y nos quedamos en Europa'", algo que "ha enfadado un poco" a la sociedad escocesa. A pesar de ello, reconoce que "los que son de fuera" han recibido numerosos apoyos: "Incluso el propio diputado de mi zona nos escribió una carta a todos los que no eramos escoceses diciéndonos que no nos preocupáramos, que no nos iba a pasar nada".

Luisa, una profesora de 56 años residente en Nottingham, asegura que "había hecho del Reino Unido su casa". "Estaba pensando en hacerme ciudadana británica, y la verdad que se me quitaron las ganas", ha reconocido. A su juicio, "el nacionalismo es una peste": "Se nos atacó a los ciudadanos europeos, fue indignarte. El mundo necesita más cooperación".

Cuando Andrea, de 26 años, llegó a Londres hace cinco meses "el Brexit ya se sabía de sobra". "Sienten que son uno de los países de la UE que más aportan", ha explicado. Pero ella asegura no sentirse "fuera del país ni de la ciudad".