Arturo, un camarero del restaurante Happpig: "Estoy muy quemado y, si la cosa no cambia, en breves me buscaré otra cosa"
Ángel encara su infiltración llegando a una tienda-restaurante que es parte de Copese: Happig. Al comienzo, no tiene demasiadas dificultades más allá de entender la PDA. Pero cuando 'El Jefe Infiltrado' tiene que encargarse en solitario de todos los clientes que esperan en la terraza, la situación le supera y decide dejarlo hacia la mitad de la jornada laboral. En una conversación más detallada con Arturo, su compañero en el local, consigue enterarse de que está muy desmotivado y que, con el personal contratado, no es suficiente para abordar a todos los clientes.
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