El Gran Wyoming y Sandra Sabatés entrevistan a Íñigo Errejón, quien habla en El Intermedio por primera vez tras el Consejo Ciudadano de Podemos en el que él y Pablo Iglesias fueron dos grandes ausentes.

Errejón no ve en el calificativo de "izquierda amable", que Pablo Iglesias ha utilizado para definir a la formación de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, "un ataque o una crítica". "Es como si por ser de izquierdas hubiera que estar permanentemente enfadado o regañando a la gente", justifica.

Para él, lo que hay que hacer es convencer a una mayoría para cambiar las cosas, y que unas "fuerzas progresistas con la capacidad de escuchar y de devolverle a la gente la confianza" Eso es lo que más podría "inquietar" al pacto "terrible" que ha habido en Andalucía, en el que cree que "el que pone el programa es Vox". "Si eso es amabilidad, le doy las gracias", concluye.

Al ser preguntado por si entiende las críticas de aquellos que dicen que lo suyo ha sido una traición, responde que cuando Podemos nació, con las Europeas, le decían lo mismo. "Cualquiera que mirara las encuestas sabía que las cosas no iban bien". "Quedarse quieto puede ser más cómodo. A lo mejor así conservas el escaño, pero no es responsable", explica. Considera que "dar la cara tiene costes", que él mismo está pagando. A cambio, dice, "tienes la posibilidad de devolver a la gente la esperanza. Podemos ganar Madrid".

En menos de dos semanas, asegura que han conseguido los apoyos de 8.000 voluntarios y simpatizantes en Más Madrid. "Empieza a cambiar el viento, y para eso hay que moverse", explica.

"Ante las grandes oportunidades hay que mirar menos la salud de los partidos y mirar más las ideas", sigue Errejón. “No queremos repetir lo que ha pasado en Andalucía", reitera. Está convencido de que la dirección actual de Podemos va a tomar una buena decisión, "que la misma fórmula que nos ha permitido gobernar la Alcaldía de Madrid, va a ser buena para la Comunidad". Una ciudad que, dice, está esperado "una plataforma más abierta y que regañe menos".

Al ser preguntado por Wyoming sobre su opinión respecto a los que opinan que "tiene un mal perder" y que que "todo esto es consecuencia de que su alternativa no triunfó en Vistalegre II", responde que "en los partidos, lo mejor es no tener mucho criterio propio y quedarte quieto". "Si yo hubiera hecho esto me hubiera quedado con mi acta de diputado, pero a veces toca tomar decisiones", asegura Íñigo.

"¿Entonces se saltó los estatutos?", pregunta Sandra Sabatés. Íñigo responde que no: "Yo sólo lancé una invitación, que es igual que la candidatura con la que ganamos la ciudad de Madrid, la ciudad de Barcelona o la de Cádiz".Y añade que sólo "replicó algo que funcionaba".

Para él, la unión con Manuela Carmena es una cooperación. "Siempre he dicho que he aprendido mucho de su forma de gobernar: escucha más que regaña, y propone más que impone", y eso es lo que, dice, está poniendo en práctica.

El riesgo es cuando los partidos escuchan sólo a los que piensan igual. "nos acartonamos, y con eso no cambiamos las cosas". "Yo no sé si hay una inmensa mayoría de madrileños que comparte mis colores políticos, pero sí sé que hay una mayoría de vecinos que le parece una barbaridad que estemos regalando viviendas a los fondos buitres y no hay vivienda en alquiler, con ellos hay que entenderse".

No duda en asegurar que Podemos cabe en Más Madrid, a la que califica como una formación “más amplia". "Podemos cabe y tiene que estar. Pero también tiene que estar mucha más gente que no sea necesariamente de un partido", dice Errrejón. "Si la sociedad que queremos hablar es más integradora", los partidos deben de serlo también, afirma.

Respecto a si aceptaría participar en unas primarias con un candidato propuesto por Podemos, asegura que sí, que "en Más Madrid hay que hacer primarias", para elegir al candidato o la candidata que tenga más posibilidades de "desalojar al Partido Popular de la Comunidad de Madrid".