El Gran Wyoming ha arrancado El Intermedio recordando un cuento de Hans Christian Andersen: 'El traje nuevo del emperador'. El relato cuenta que hace mucho tiempo vivía un rey cuya obsesión era vestir con los mejores trajes y telas del reino cuando, un día, unos estafadores le hicieron creer que le vendían un traje de un tejido tan sofisticado que solo las personas muy inteligentes serían capaces de verlo.
Tanto el rey como sus súbditos fingieron ver la tela por miedo a parecer idiotas, y todos la miraron y elogiaron cuando su majestad circulaba desnudo por las calles.
Solo un niño se atrevió a gritar entre la muchedumbre: "¡El rey está desnudo!". Y precisamente, ha narrado Wyoming, "ese niño es hoy la Fiscalía que señala las presuntas irregularidades cometidas por nuestro rey emérito y deja al descubierto una imagen del monarca muy distinta a la que durante décadas se tenía de él.
"Ni campechano, ni embajador de la marca España, ni motero majete que ayuda al a gente. El rey está desnudo y todos podemos contemplar sus reales vergüenzas. A partir de ahora podremos decir lo mismo que él cuando veía un elefante: 'Menuda pieza'", ha zanjado el presentador.
Otros momentos destacados
En otro programa de El Intermedio, El Gran Wyoming, metido en el papel de 'Wyo 007 al servicio de su majestad' repasa las claves de la investigación al rey emérito. "¿Se arreglará con un 'Lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a ocurrir'?", se pregunta el presentador.
En otra ocasión, El Intermedio rescató el discurso del rey Juan Carlos tras entregar 1,7 millones de euros en Suiza y en plena crisis en 2010.
En él, el rey pedía a los españoles que fomentaran "el ejercicio de grandes valores y virtudes, como la voluntad de superación, el rigor, el sacrificio y la honradez".
Desde Siria
Mikel Ayestaran, sobre el gobierno interino de Siria: "Están muy preocupados en pasar página en política doméstica"
El periodista detalla alguna de las nuevas medidas que ya se han adoptado en el país como, por ejemplo, amnistiar a exsoldados que hayan dejado las armas o la prohibición de increpar a las mujeres por su vestimenta.