Andrea Ropero ha compartido una jornada de marcha con un grupo de jubilados y pensionistas que llegan a la capital desde el norte, a pie, con la intención de reclamar unas pensiones dignas y con futuro.

Una de las pensionistas que hace estos días la caminata es Begoña Vesga, que cuenta que se ha unido a la marcha sin conocer a nadie: "Desde que me he jubilado y que existe este movimiento, voy los lunes a la plaza de mi pueblo. Cuando vi esta iniciativa me pareció importante, me siento fuerte para andar y me sumé".

Está contenta con la experiencia, y explica que la convivencia está yendo muy bien, incluso se ha encontrado con "almas gemelas, con experiencias similares" junto a las que ahora camina.

Ella viene del mundo industrial, y reconoce que "las mujeres rurales son super fuertes, super empoderadas". Y puntualiza: "El movimiento de pensionistas de los pueblos por los que hemos pasado, fundamentalmente las portavoces eran mujeres", reivindica.

Vesga sabe que ha "tenido suerte". Después de cotizar desde los 18 sin interrupciones, cobra un a pensión acorde a los años trabajados. Pero sabe que esta suerte no será la de su hija, "que no ha tenido más que empleos precarios y va a tener muchas dificultades", ni la de sus nietos, "que no sé qué futuro van a tener".

"No estamos aquí por nosotros. Estamos aquí por ti, por ellas, por ellos, y por el futuro", asegura.

Andrea Ropero también charla con Javier Martínez, quien visiblemente emocionado explicó que las pensiones de los españoles están en peligro: "Desde que empezó la crisis, las entidades privadas hoy ven una golosina con el tema de las pensiones, y desde aquella están alarmando con que las pensiones son una carga que el Estado no puede soportar".

Por ello, hace un llamamiento a los políticos: "Seguiremos hasta que Sánchez, Iglesias y todos nos hagan vivir mejor".

Además, durante la jornada que compartió marchando con los jubilados, la reportera ha podido hablar con muchas más personas que participan en el movimiento y que explican los motivos que les habían llevado hasta la caminata.