A sus 59 años y después de un largo tratamiento, la cantante fallecía víctima de un cáncer de páncreas. Dos años antes ella misma anunciaba su enfermedad. Tras aquel anuncio Rocío Jurado siguió cantando. Fueron pocas actuaciones más pero nunca perdió su fuerza sobre el escenario ni tampoco su particular estilo.

Antonio Ardón fue el diseñador de cabecera de la artista y recuerda cómo empezó a trabajar para ella: "Le enseñé unos diseños y me preguntó "tu eres mu caro" yo no supe ni que contestar y esa tarde me llamó desde el aeropuerto y me dijo 'oye niño que me hagas los diez' y ahí empecé a trabajar con ella: haciéndole los diez diseños que yo llevaba en la carpeta".

Tras su muerte el cuerpo de Rocío Jurado fue trasladado al centro de Madrid donde miles de personas la esperaban para darle su último adiós. Después del velatorio el féretro fue llevado a su querida Chipiona. La misa por la cantante que se celebró en el santuario de la Virgen de Regla congregó a miles de personas.