Escuchando el zumbido de las bombas en el aire y notando el temblor de las paredes, los barceloneses aprendieron a esconderse bajo tierra para protegerse de los bombardeos que la ciudad sufrió durante la Guerra Civil. Para ello, la población construye más de mil refugios subterráneos. Casi 90 años más tarde, Boris Izaguirre visita uno de ellos, el Refugi 307, situado en Carrer Nou de la Rambla.

Para ello, cuenta con la compañía de Marc Jobani, técnico del Museo de la Historia de Barcelona y del refugio por el que ahora deambulan, edificado, como la gran mayoría, por los vecinos. "Ese movimiento colectivo que en Barcelona desde hacía ya por lo menos 100 años existía, dio una respuesta, por así decirlo, rápida y eficiente, a una red de refugios inmensa que se construyó en menos de dos años. Hay un recuento de 1.401", cuenta el experto.

"Barcelona es especialmente bombardeada en la zona del puerto, la Barceloneta, y también Montjuïc, donde existían incluso puntos de baterías antiaéreas, cañones que intentaban combatir los bombarderos. Sin embargo, Barcelona crea una red para intentar llegar a toda su población desde, prácticamente, lo que es la zona de Collserola hasta el mar", detalla.

Aquella red de refugios que podemos ver en este mapa creado por el equipo de 'Desmontando' salvó muchas vidas que peligraban ante unos bombardeos que, como algunos historiadores sostienen, fueron un entrenamiento previo a la Segunda Guerra Mundial por parte de los ejércitos nazis.

El 307 en concreto no tenía escaleras, no se encontraba bajo el suelo, sino bajo la montaña de Montjuïc, por lo que no había escaleras. "Esto, para personas mayores, mujeres embarazadas, niños y niñas que recién caminaban, era realmente algo muy positivo porque la avalancha podía provocar caídas".

Aquí podían refugiarse hasta 5 personas por metro lineal, lo que en total sería unas 2.000 personas. "Y siempre, fíjate que hay bancos que son una reproducción de los que hubo en ese momento. Siempre sentados. Era recomendable sentarse porque esto vibraba con el impacto.

Este tipo de arquitectura es conocida desde tiempos romanos. "Se trataría de excavar la galería, excavar la tierra del interior de la montaña, construir los muros en base a esta estructura de ladrillo". También disponían de enfermerías e incluso se crearon pequeñas UCI con revestimientos y paredes aislantes de la temperatura, además de lavabos.