Durante el camino que hacen Rosa López y Albert Espinosa juntos, la cantante cuenta una cosa que le ocurrió cuando era pequeña y que le marcó. Ella deseaba con todas sus fuerzas tener un gusiluz y finalmente consiguió que sus padres se lo regalasen, pero cuando la hija de unos amigos de la familia, que era más pequeña que Rosa, se puso a llorar desconsoladamente porque quería el muñeco, los padres de la artista le obligaron a dárselo.

Tras esta confesión, al final del programa de 'El camino a casa', Albert Espinosa le regala un gusiluz para que lo tenga de recuerdo para toda la vida. "A veces quedan cosas pendientes y yo te he traído una cosa pendiente de tu infancia. La misma luz que tiene él por dentro es la que tienes tú", le dice al entregarle el regalo. "Esto ya no me lo quita nadie", bromea Rosa López.