Una vez visitados los cuatro restaurantes y probadas las calderetas de langosta de cada uno de ellos, llega el momento de que los cuatro participantes de este programa de Batalla de restaurantes desarrollado en Menorca se confiesen los unos con los otros y desvelen qué puntuaciones han otorgado a sus contrincantes.

Jordi, de Sa Fonda, es el primero en descubrir la valoración que esconde su campana. "Han ido a hacer daño", afirma al descubrir su nota media: un 6'1. Ñin, de El Muelle, ha sido quien le ha dado la puntuación más baja: un 2 en la categoría de precio. "Me decepcionó que el sabor que primaba en la caldereta de langosta era el tomate", explica. No solo Jordi, sino también Verónica y Diego alucinan. Pero el propietario de Sa Fonda es el más conmocionado, por supuesto. "¿Un 2? En plena línea de mar, al lado del Puerto de Fornells, vino de Menorca, ¿un 2? Es que me daría vergüenza a mí", lamenta. La nota que recibe su servicio también es baja para su gusto y se defiende asegurando que ha sido el mejor de todos los restaurantes que han visitado en este programa. No puede creerse que su compañero Diego le haya dado un 4. Su decepción va en aumento. "Dime la verdad, dime que me has ido a joder y punto". Además, le acusa de ser un estratega.

Verónica, de LaViajera, recibe puntuaciones aún más bajas, pero no sabemos si habría sido así si Ñin hubiera mantenido las notas que le dio el primer día y no hubiera solicitado cambiarlas. Ella asegura que no se acuerda de cuáles eran sus valoraciones. Spoiler alert: casi todas están por debajo del 5. Hay incluso algún 2. "¿Un 2? Te estás pasando", reprocha Jordi. "Tú pediste a tus contrincantes cambiar las valoraciones que hiciste en el restaurante de Verónica", recuerda Chicote. "La comida bajó de un 5 a un 2", desvela él. Sus rivales no están nada de acuerdo con su actitud, como vemos en el vídeo sobre estas líneas.

Aunque Diego, de Miramar, ya ha sido testigo de lo que ha ocurrido con sus compañeros, no se esperaba ese 5'8. Ñin, de nuevo, es quien puntúa más bajo. "Has ido a dar palos", le reprocha. "Le pusiste un 3 a la comida y entonces te pregunté cómo estaba el ceviche y me dijiste que estaba bien", sigue metiendo el dedo en la llaga el presentador. Ñin, de El Muelle, descubre sus puntuaciones y es la peor valorada por todos.

Cuando parecía que ya todo estaba dicho, Jordi toma la palabra para añadir más leña al fuego.