Tanto Isabel Preysler como Mario Vargas Llosa (e incluso Hugo Arévalo, el supuesto ex), han ingresado en alguna ocasión en esta famosa clínica de Marbella para someterse a diferentes tratamientos en la que ahora se encuentra Tamara Falcó. Cuando falta poco más de un mes para su boda con Íñigo Onieva, la duquesa de Griñón ha regresado a este centro (al que acude usualmente dos veces al año) para, entre otras cosas, llevar a cabo una estricta dieta detox.

"Consistiría en reducir al mínimo el número de calorías, la ingesta de líquidos, infusiones, el aislamiento total de redes sociales y teléfonos para dedicarse más al yoga, a conciertos...", explica Tatiana Arús en Aruser@s. "Yo eso lo veo perfecto", asegura Alfonso Arús, aunque pide que "no se atribuya al periodismo el hecho de hablar sobre los kilos de más de Tamara Falcó, porque es ella la que se ha erigido en protagonista de su propia noticia".

La aristócrata asegura que se encuentra en su normopeso y que es una tontería que se diga que el motivo de ingresar en la clínica sea para adelgazar. "No, en el vestido entro porque me lo hacen a medida. Otra cosa es que yo quiera perder unos kilos porque me veo y me siento mejor", cuenta la colaboradora que ha declarado Tamara Falcó.