A sus 85 años, el papa Francisco padece problemas articulares. Estos afectan a su rodilla, en la que tiene un ligamento roto que le produce dificultades en su movilidad.

Esto le ha llevado a aparecer en silla de ruedas en alguna de sus apariciones públicas, ya que el pontífice se somete a infiltraciones en su rodilla para aliviar sus dolencias. Sin embargo, el papa ha desvelado que tiene un nuevo remedio para su afección.

En el vídeo que acompaña a la noticia puede verse cómo uno de los feligreses le pregunta qué tal está. Él responde: "¿Sabéis lo que necesito para la pierna? Un tequila". Sus palabras, en tono jocoso, provocaron la risa de los fieles que le contemplaban mientras el se paseaba en un vehículo.