"Primero, le pidieron unos tres minutos para pensar qué iban a comer. Luego, reportaron que nadie les atendía dos minutos después. Cuando les dijo que su comida tardaría alrededor de 45 minutos le respondieron que esperaban que eso no fuera cierto. A los diez minutos le recriminaron a gritos que la comida no llegaba. Finalmente, todo llegó a oídos del jefe, que lo ha despedido".
Así resume Hans Arús en Aruser@s el vídeo viral de un camarero de habla inglesa (@deanredmonds) en el que narra la injusticia de su situación. "Este pobre camarero, ahora mismo está en el paro sin haber hecho nada", denuncia el colaborador.
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Alfonso Arús destaca que este no es un caso aislado y que esta situación se está repitiendo demasiado últimamente. "Lo de que 'el cliente siempre tiene la razón' es un dicho antiguo, de cuando había un sentido más de servilismo. Pero ahora, no es así. Tienes que dirigirte a las personas con educación", destaca Alba Sánchez. Lo que no entienden los contertulios es por qué el camarero fue quien se llevó toda la bronca, a pesar de no ser él el responsable de los tiempos que se tarden en cocina.