'Anatomía de la riada de Biescas' analiza esta noche a las 21:30 horas la tragedia del Camping Las Nieves del 7 de agosto de 1996. Mamen Mendizábal recogerá testimonios de expertos y supervivientes. "¿Cómo es posible que en una zona de desagüe de un barranco se ha colocado un camping? ¿por qué se dio la autorización?", pregunta indignado un hombre mientras una mujer afirma que todos los que escondieron los expedientes se encuentran "tranquilamente en sus casas". La mujer, incluso, afirma que fue un acto criminal.

Además, los expertos indican que "llovieron aproximadamente 2.500 millones de litros" y los supervivientes de aquella tragedia histórica recuerdan cómo sufrieron el tsunami de agua, barro y rocas que devastó por completo el camping y piden justicia. El camping se había inaugurado casi 10 años antes del desastre. El ayuntamiento de Biescas aprobó el proyecto que había presentado el propietario, a pesar de la existencia de varios informes que lo desaconsejaban: el terreno escogido estaba en el cono de deyección de un barranco, lo que significaba un riesgo evidente. Como le confirma a Mamen Mendizábal el que entonces era alcalde de Biescas, Luis Estaún, el camping era muy importante para el pueblo: "Porque poder albergar a tantas personas en temporada alta significaba mucho movimiento".

Hasta que sucedió lo que habían previsto los informes: la lluvia que cayó en menos de una hora en la zona alta del barranco que desembocaba en Las Nieves bajó por su cauce original, que cruzaba el camping. Y lo arrasó. Ese día el camping rozaba el lleno, con más de 650 personas alojadas. Una de ellas era Sergio Murillo, que entonces tenía 16 años y estaba de vacaciones con sus padres y sus dos hermanos. En su conversación con Mamen recuerda como la enorme ola de agua llegó de repente y se lo llevó todo por delante. Él fue el único de su familia que salvó la vida: "No pudimos ni llegar al coche".

Un proceso judicial largo y difícil

Las explicaciones oficiales se limitaron a lamentar la tragedia como algo imprevisible e inevitable. Nadie asumía ninguna responsabilidad. Sergio Murillo y algunas de las víctimas recurrieron a la justicia, hartas de escuchar este discurso. Empezaba para todos ellos un viacrucis judicial que llegó hasta el Tribunal Constitucional y Estrasburgo, y no acabó hasta diez años después de la riada. En el largo proceso, muchas de las víctimas, hartas de no ser escuchadas y no obtener justicia, tiraron la toalla.

Durante el programa, Elena Melero, abogada de diez de las víctimas, asegura que el camping se instaló en ese lugar únicamente por intereses especulativos, y que, durante el proceso judicial, "su objetivo fue archivar el caso". Y afirma rotunda que aquella tragedia fue un acto criminal. Periodistas que estuvieron allí, meteorólogos, técnicos de protección civil que participaron en el rescate y expertos geógrafos reconstruirán en 'Anatomía de la riada de Biescas' una historia de negligencia que nunca debería haber ocurrido.

¿Por qué se ubicó el camping en el cono de desagüe de un barranco? ¿A qué intereses obedecía la instalación del camping en ese lugar? ¿Por qué se ignoraron las advertencias de los expertos?¿Quién autorizó la construcción del camping?¿Fueron juzgados todos los responsables del desastre?¿Se sintieron reparadas las víctimas con el resultado del proceso judicial?