El coche blindado en el que viajaba José María Aznar el 19 de abril de 1995 resistió la explosión del coche bomba con el que ETA pretendía matarle. Javier Durán, guardia civil y criminólogo, explica que el vehículo era "un auténtico búnker" con "el blindaje superior que había en aquella época".

El coche tenía incorporada una alfombra antibomba, recubrimientos de Kevlar y "sistemas ignífugos para evitar un posible incendio". Además, los cristales, que Durán muestra en el vídeo, tenían un grosor capaz de aguantar disparos con "la munición de guerra más potente que nos podamos imaginar" y detuvo "toda la onda expansiva y toda la metralla que se produjo en el atentado".

Incluso después de la explosión, según el relato del chófer de Aznar, "el habitáculo del coche quedó intacto".