De estudiantes, profesores y rectores, las críticas al nuevo sistema de becas del ministro Wert le llegan de muchos frentes. Dicen que es un sistema complicado y opaco. Ahora la ayuda se divide en dos partes: la parte fija, que tiene un máximo de 1.500 euros para los alumnos de baja renta o si vives fuera del domicilio familiar; pero puede llegar hasta los 3.000 y la varibale, la más conflictiva. Está dirtectamente ligada a un gran interrogante. Los alumnos no conocen cuánto es. Depende de la cantidad que sobre después de repartir toda la parte fija a todos los becados. 

El plazo para que estén resueltas todas las ayudas acaba y la mayoría de estudiantes aún no ha recibido esa cantidad variable que les corresponde para este curso, que está a punto de terminar. Y a los primeros les ha empezado a llegar, atención, hace diez días. Retraso y además, un descenso de las becas de hasta un 50%.

Además, cuando a los estudiantes les llegue la ayuda, no podrán saber si está bien por la dificultad para hacer los cálculos. La fórmula para ello resulta imposible. El propio ministerio la explica e invita a los estudiantes a que la calculen, pero es imposible porque faltan datos.