El nacionalismo catalán tiene esta semana una prueba de fuego con la reunión entre el presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, y Mariano Rajoy.
Previamante, reunión ejecutiva de los líderes de CiU en la que hay discrepancias lideradas por los soberanistas con Oriol Pujol, secretario general de CiU, a la cabeza y un Duran i Lleida, diputado por Convergència i Unió, que aun cree que el discurso de Cataluña puede encajar dentro de España. De esta reunión, saldrán las líneas a seguir de Convergencia i Unió y puede ser clave en la relación del PP catalán con Convergencia que van de la mano en el Govern català. Alicia Sánchez Camacho, líder del PP catalán, ya se ha pronunciado en Onda Cero donde ha acusado a Artur Mas de deslealtad pero no ha confirmado si van a votar en contra de los presupuestos o si se van a romper la relaciones entre ambos partidos.
Por otro lado, Alfredo Pérez Rubalcaba, líder socialista, ha tendido la mano al diálogo con CiU si estos quieren "mejorar la convivencia y resolver problemas" pero niega que vayan a seguirlos "si lo que queiren es romper aun sea con acuerdo amistoso o no".
La reunión del próximo jueves, insisten los convergents, se va a centrar en el pacto fiscal y no en la independencia.