Al hilo del ruido político y mediático generado por la revisión de penas a la baja a condenados por delitos sexuales tras la puesta en marcha de la ley del 'solo sí es sí', el periodista José Enrique Monrosi ha realizado una reflexión sobre el problema de fondo de esta cuestión y la forma de abordarlo. Para ello, ha recordado que "el primer caso de revisión de condena que ha puesto de manifiesto este problema legal con la ley del sí es sí tiene que ver con un padrastro que obliga a la hija de su pareja a realizarle una felación".

"Se le condena a ocho años de cárcel por abuso, porque el antiguo Código Penal distinguía entre abuso -si consideraban los jueces que no había intimidación o violencia- o agresión, cuando la horquilla era de ocho a 12 años de prisión", ha detallado Monrosi, añadiendo que "esos jueces decidieron condenarlo con la pena mínima, ocho años, porque consideraban que el rol como padre del condenado no ejercía suficiente intimidación o violencia como para obligar a la hijastra a hacer una felación".

Para el periodista, esto demuestra que "la ley del sí es sí, que es una reivindicación histórica del feminismo, no solo es necesaria, también es imprescindible, porque pone en el centro el consentimiento". No obstante, ha subrayado, recuperando la línea de argumentación inicial, que "hay juristas -y yo no entiendo por qué el Ministerio de Igualdad no está hoy explicando esto- en el seno del Gobierno que durante la elaboración de esta ley argumentaron que más allá de la reforma para eliminar la distinción entre abuso y agresión era necesario revisar las penas a la baja porque eran muy altas respecto a delitos de homicidio, por ejemplo".

"Y esto, entre otras cosas, es lo que también expusieron los jueces que condenaron al impresentable a ocho años de cárcel; que le imponían la pena mínima porque estas eran muy altas. Esto es lo que tiene que argumentar Igualdad y el Gobierno al completo", ha valorado Monrosi, que ha añadido: "Creo que es evidente que si esta ley va a permitir encontrar un recoveco legal a abusadores y agresores sexuales, esto se tiene que solucionar, y no pasa nada por decirlo. Y se equivoca Igualdad en decir que esto no se había avisado, porque sí se hizo".